La ira sagrada del Norte

Berserkergang, o posesión divina, era el rito iniciático por el que pasaban los berserkers antes de cada batalla. Los propios berserkers, mediante este proceso, sentían haber sido tocados por la punta de la lanza de Odín, dejaban de sentir dolor alguno, y sus fuerzas se multiplicaban considerablemente.

Antes combatir, los bersekers entraban juntos en un trance llamado gangr o berserkergang. Este trance era el proceso de posesión, para el que no cualquiera estaba preparado, pues su energía podía destrozar el cuerpo del débil y no creyente. Según la tradición escandinava, tal estado de éxtasis comenzaba con un siniestro escalofrío que recorría el cuerpo del poseído y le ponía los pelos de punta y la piel de gallina. A esto seguía la contracción de los músculos, un premonitorio temblor, el aumento de la presión arterial y de la tensión, y una serie de tics nerviosos en el rostro y en el cuello. La temperatura corporal comenzaba a subir. Las aletas nasales se dilataban. La mandíbula se apretaba y la boca se contraía en una mueca psicótica revelando la dentadura. Luego venía un inquietante rechinar de dientes. El rostro se inflaba y cambiaba de color, acabando en un tono púrpura. Empezaban a echar espuma por la boca, a gruñir, a agitarse, a rugir y gritar como animales salvajes, a morder los bordes de sus escudos, a golpear sus cascos y sus escudos con sus armas y a rasgarse la ropa, invadidos por una fiebre que tomaba posesión de ellos y les convertía en una bestia, su ciego instrumento. Presenciar semejante transformación debía ser algo realmente alarmante y angustioso, evocador del más urgente pánico.

Tras este proceso, los bersekers recibían el Odr u Od (llamado Wut en Germania y Wod en Inglaterra), la inspiración que Odín concedía a algunos guerreros, iniciados y poetas, tocándoles con la punta de su lanza Gugnir (“estremecedora”). Con ello se convertían en un furioso torbellino de sangre y metal. La fuerza física del “inspirado” por la fiebre Od aumentaba de manera sobrehumana e inexplicable, y también se incrementaban su resistencia, su agresividad y su fanatismo combativo. Desaparecían el dolor, el miedo o la fatiga, y lo que los reemplazaba era una embriagante sensación de voluntad, imparable poder y ganas de destruir, arrasar, matar, aniquilar y derribar.

En plena batalla vikinga

Los bersekers pasaban a luchar furiosamente sin importarles en absoluto su propia vida o seguridad física. Muchos preferían llevar una espada y un hacha en vez de una sola arma con el escudo. En grupos de doce, cargaban salvajemente contra el enemigo sin importar su inferioridad numérica, y heridas que matarían a cualquiera no los inmutaban lo más mínimo. En casos de defensa contra multitudes avasallantes, formaban un círculo impenetrable desde el cual se batían hasta la muerte del último hombre.

 

Posibles explicaciones del berserkergang

Ha habido mucha especulación por parte de historiadores y antropólogos, tanto aficionados como profesionales, sobre qué era exactamente el berserkergang. Las teorías más conocidas son esencialmente de cuatro tipos:

1) Inducida por la seta Amanita muscaria. Esta teoría sostiene que el berserkergang fue provocada por la ingestión del hongo psicoactivo amanita muscaria (posiblemente el famoso soma de la India). Se supone que el mecanismo aquí es la gran fuerza y ​​resistencia que se dice que proporciona el hongo a quienes lo ingieren, y que la ira puede ser desencadenada por las propiedades psicoactivas de la planta.

2) Los berserks nunca existieron. Esta escuela de pensamiento sostiene que hay más criatura de cuento de hadas que humanos reales en las historias de los berserkers, por lo que, como no se puede encontrar una explicación fácil para el berserkergang, nunca deben haber existido.

3) Frenesí autoinducido. Esta teoría sostiene que el berserkergang era un éxtasis religioso autoinducido que provocaba un cambio temporal en la fisiología.

4) Inducido por el alcohol. La teoría dice que un exceso de alcohol podría haber disminuido las inhibiciones en las mentes de los berserkers, provocándoles mal genio y haciéndoles propensos a los ataques de ira,  dispuestos a infligir y sufrir un gran daño sin darse cuenta realmente.

Mi investigación sobre berserkers y el berserkergang me ha llevado a las siguientes conclusiones con respecto a estas cuatro teorías.

No podría ser inducido por el alcohol. Los borrachos no son combatientes formidables. Si estás tan borracho, eres propenso a la ira incontrolable, estás demasiado borracho para pararte o caminar recto. Y el efecto anestésico del alcohol es algo complicado. Un toque de dolor siempre es real y quién lo recibe a menudo se debilita muy rápido. Esta es la razón por la cual los doctores y los dentistas cambiaron del alcohol al cloroformo como anestésico tan pronto como estuvo disponible.

Se describe a los Berserks como saltando antes de la batalla, o paseándose como un animal enjaulado, o mordiendo sus escudos. Las estatuas que pueden ser de berserks muestran a los guerreros tirando fuertemente de sus barbas (lo cual es bastante doloroso para todas las personas que tienen barba). Lo que cada uno de estos últimos ejemplos tiene en común es que todos tienden a inducir altos niveles de adrenalina, ya sea por dolor o por esfuerzo, lo que sin duda es consistente con las descripciones como causa del gangr. Y, por último, el berserkergang es un fenómeno que no es exclusivo de los vikingos. Las ménades griegas, devotas femeninas de Dionysos, se describen de una manera prácticamente idéntica (y sí, eran guerreros según las leyendas de las guerras en India). Las Hazañas Heroicas Celtas, practicadas por bandas guerreras como la Feanna, parecen también idénticas. También podría mencionar a los hombres leopardo de África, a los guerreros de los lobos del antiguo Medio Oriente y posiblemente al “Amok de Indonesia”. Y en muchas de estas otras culturas se habla de estas prácticas como algo autoinducido.

En otro post, hablamos más detenidamente sobre por qué no encajarían del todo estas teorías “oficiales”.

Un saludo a todos!

Valhalla!